domingo, 26 de marzo de 2017

"Ven, devórame otra vez", una versión sexy de Caperucita Roja

El mito del lobo como devorador sexual está muy presente en la música caribeña, en la salsa por ejemplo, como puede comprobarse en esta famosa canción de Lalo Rodríguez "Ven, devórame otra vez", de 1988, perteneciente al álbum Un nuevo despertar. La canción fue galardonada como "Canción Tropical del Año".


He llenado tu tiempo vacío de aventuras más
y mi mente ha parido nostalgia por no verte ya.
Y haciendo el amor te he nombrado sin quererlo yo,
porque en todas busco lo salvaje de tu sexo, amor.

Hasta en sueño he creído tenerte devorándome
y he mojado mis sábanas blancas recordándote;
en mi cama nadie es como tú,
no he podido encontrar la mujer
que dibuje mi cuerpo en cada rincón
sin que sobre un pedazo de piel.

Ay, ven, devórame otra vez,
ven, devórame otra vez,
ven, castígame con tus deseos más,
que el vigor lo guardé para ti.

Ay, ven, devórame otra vez,
ven, devórame otra vez,
que la boca me sabe a tu cuerpo,
desesperan mis ganas por ti.

Hasta en sueños he creído tenerte devorándome
y he mojado mis sábanas blancas llorándote;
en mi cama nadie es como tú,
no he podido encontrar la mujer
que dibuje mi cuerpo en cada rincón
sin que sobre un pedazo de piel.

Ay, ven, devórame otra vez,
ven, devórame otra vez,
ven, castígame con tus deseos más,
que el vigor lo guardé para ti.

Ay, ven, devórame otra vez,
ven, devórame otra vez,
que la boca me sabe a tu cuerpo,
desesperan mis ganas por ti.

Hasta en sueños he creído tenerte devorándome
y he mojado mis sábanas blancas llorándote;
en mi cama nadie es como tú,
no he podido encontrar la mujer
que dibuje mi cuerpo en cada rincón
sin que sobre un pedazo de piel.

Ven, devórame otra vez,
ven, devórame otra vez,
ven, castígame con tus deseos más,
que el vigor lo guardé para ti.

Ven, devórame otra vez,
ven, devórame otra vez,
que la boca me sabe a tu cuerpo,
desesperan mis ganas por ti.

Ven, devórame otra vez,
ven, devórame otra vez...

Ven, devórame otra vez, devórame otra vez.

Hace tiempo que mi cuerpo está reclamando en silencio
tus momentos de placer.

Ven, devórame otra vez, devórame otra vez.

Son ansias de amarte, deseos de mi carne
que hacen que te llame.

Ven, devórame...

Quiero esa sensualidad.

Devórame suavecito y con calma hasta el amanecer.

Ven, castígame con tus deseos más
que el vigor lo guardé para ti.

Ven...

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