René François Ghislain Magritte, pintor vanguardista, y
Georges Remí (
Hergé), creador del conocidísimo
Tintín, fueron dos genios belgas contemporáneos.
Hergé se inspiró en su compatriota. De hecho, se dice que los dos policías
Hernández y
Fernández, en francés
Dupont et
Dupond, están inspirados en los hombres con bombín que solía pintar
Magritte, uno de sus elementos más recurrentes.
Hernández y
Fernández aparecieron por primera vez en
Los cigarros del faraón (1932) con el nombre original de
X33 y
X33 bis. Su carácter y personalidad tienen mucho del
padre y el
tío de
Hergé. Pero artísticamente son "
hijos" de
Magritte.
"El asesino amenazado", Magritte, 1926.
En 1998, el pintor danés
Ole Ahlberg realizó una exposición en
Bruselas con cuadros donde se representaba a personajes del universo de
Tintín al estilo de las obras de
Magritte, aunque algunos de ellos tuvo que retirarlos finalmente a instancias de la
fundación Hergé. Muy curioso éste, que es una recreación de la obra "
Golconde", de 1953.
"Golconde", Magritte, 1953 (Menil Collection, Houston, Texax, USA)
Como vimos en el
post anterior, este cuadro también ha inspirado el "
Tragadoquines", cartel ganador del concurso de carteles
Pilar 2016.
Hay también un cuadro anónimo, pero atribuido a
Hergé, que muestra muy bien esta
relación Hergé-Magritte y puede considerarse una reelaboración de "
El maestro de escuela", de
Magritte. Veámoslo.
"El maestro de escuela", Magritte, 1954.
Y es que el
caballero con bombín aparece en muchas obras de
Magritte. Por ejemplo, en esta:
"El hijo del hombre", Magritte, 1964.
Hergé estuvo muy interesado en el
arte de vanguardia, como se demuestra en su último álbum,
Tintín y el arte alfa.
Magritte estuvo muy vinculado al
surrealismo, movimiento muy interesado en el mundo de los
sueños (
onirismo). Hay determinadas secuencias en las aventuras de
Tintín en las que se representan algunos
sueños de los protagonistas, especialmente los de
Tintín y el
capitán Haddock. En dichas secuencias se combinan de forma caótica e ilógica elementos de la realidad, sobre todo relacionados con experiencias impactantes. Por ejemplo, en
Los cigarros del faraón (página 9),
El templo del sol (página 23),
Tintín en el Tíbet (página 16),
Las joyas de la Castafiore (página 14) y
Vuelo 714 para Sidney (página 58). Las viñetas que representan estos sueños están en perfecta armonía con los escenarios delirantes de
Max Ernst, Dalí o
Magritte.
En fin, que
Hergé era un genio muy consciente de su trabajo y se documentaba muchísimo antes de dibujar a sus entrañables personajes.
Hergé y
Magritte son genios muy reconocidos en su tierra, ambos tienen sus respectivos museos. El artista
Karl Meersman aunó ambos de esta guisa:
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