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sábado, 14 de enero de 2017

Alfonso Iglesias (1910-1988), historietista asturiano

Alfonso Iglesias, natural como don Ramón del Campoamor de Nava, Asturias, fue un dibujante asturiano, creador de las historietas de Pinón, Pinín y Telva, en una de las cuales aparece el madreñogiro, un invento gracioso de Alfonso.

Otra de sus creaciones más originales es el Asthur-Kong, un héroe similar a Mazinger Z. Una asturianización de los cómics y animes japoneses.


El tipo de viñeta de Alfonso recuerda mucho al de Wilhelm Busch en Max und Moritz.

Alfonso empezó trabajando en la prensa asturiana y allí colaboró toda su vida: Región, La Voz de Asturias, La Nueva España (donde creó asus personajes más populares: Telva, Pinón y Pinín).

Fue promotor de la Sociedad Ovetense de Festejos, a la cual presentó el proyecto del popular Día de América en Asturias. En 1944 se agruparon por primera vez sus historias en Aventuras de Pinín, que de Pinón ye sobrín,

En 1957 se mudó a Madrid, donde trabajó para El Alcázar, Arriba o Pueblo. También publicó nuevas aventuras de Pinín en Gente Menuda, el suplemento infantil del diario ABC. Sus personajes fueron llevados al teatro, a la narrativa e incluso al cine (Las Aventuras de Pinín y sus amigos, 1979).


Volvió a Asturias, siguió con sus historietas y allí murió finalmente

Sus personajes se convirtieron en todo un símbolo en Asturias entre jóvenes y mayores. Se dice que Pinín es el Tintín asturiano. En Asturias existen tres monumentos a su persona:

  • En 1987, antes de su muerte se le inauguró un busto en Oviedo.
  • En su villa natal, Navia, un parque fue bautizado en 1997 con su nombre.
  • Y, a finales de los noventa, en La Felguera, se descubrió un monumento a Pinín en su madreñogiro y a su creador.

En noviembre del año 2004 tuvo una nueva edición de lujo coloreada, impresa en cuatro tomos de tapa dura y editada por el diario La Nueva España y uno de los hijos del autor.





lunes, 19 de diciembre de 2016

"Max und Moritz", los comienzos del cómic


Max y Moritz (1865) de Wilhelm Busch (1832-1908), es una historia de dos niños que hacen travesuras a los mayores y que son castigados cruelmente por ello, con sadismo. La obra tiene un marcado estilo caricaturesco. Cada viñeta lleva un par de versos al pie. Recuerda las tiras cómicas del asturiano Alfonso, creador de Pinín, Pinón y Telva.

El libro tuvo mucho éxito y se tradujo fuera de Alemania. Fue el primer libro infantil y juvenil en ser traducido al japonés (en 1887). Tras él, vinieron otras parejas de niños traviesos, como los españoles Zipi y Zape, creados en los 40 por Escobar para la revista Pulgarcito. Busch influyó también el ilustrador catalán Apeles Mestres.



Busch conocía los trabajos de Hoffmann (1809-1894) y su Struwwelpeter y se inspiró en él, pero dibujaba mucho mejor que su compatriota y su obra se hizo mucho más popular. Sus caricaturas tenían de siempre tendencia a la exageración, como puede comprobarse en esta célebre de Arthur Schopenhauer:



No es de extrañar, pues, que se le considere precursor de la tira cómica. Pero su tendencia a la hipérbole, encontró su máxima expresión en su obra Max und MoritzBusch quería presentar a dos pillos capaces de hacer verdaderas atrocidades. En carta a un amigo le dice:
"¿Nunca has sorprendido la expresión de los niños cuando ven matar a un cerdo? ¿No? Pues recuerda la expresión de la Medusa. La muerte, la crueldad y la voluptuosidad se reúnen en ella".
Su modelo trascendió inmediatamente. El norteamericano Rudolph Dirks, creador de The Katzenjammer Kids (1897), había nacido en Heinde, Alemania, y conocía perfectamente a los héroes de Busch, sobre los que él creó los suyos, los traviesos Hans y Fritz.

A su vez, Dirks fue imitado por William Mariner y, en 1902, creó The Finebeimer Twins, con dos perversos gemelos: Jackey y Joban.

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