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lunes, 25 de febrero de 2019

Visitamos un blog: "Ordenando mi cajón desastre"

Ordenando mi cajón desastre es un blog de literatura infantil y juvenil de la maestra Yolanda Pérez Mauri, donde encontraréis un montón de recursos.

Podéis consultarlo pinchando aquí:




domingo, 2 de julio de 2017

"Pippi Calzaslargas", de Astrid Lingren


Lindgren, Astrid, Pippi Calzaslargas. Barcelona, Juventud, 2005. Trad.: Blanca Ríos.

"Pippi  Långstrump", de Astrid Lindgren es uno de los grandes clásicos de la LIJ. Es la historia de una niña de 9 años, de trenzas pelirrojas, con una tremenda fuerza. Vive con sus mascotas, su caballo y un mono al que llama Señor Nelson. Y sus amigos son sus vecinos Tommy y Annika.

Pippi es huérfana de madre y su padres es un marino rey de los congoleses, según dice la niña, que vive sola, sin ir al cole y haciendo lo que le da la gana. Pippi es una nina aventurarera y vitalista, con grandes habilidades físicas y una fuerza extraordinaria.

El éxito de Pippi fue tremendo. Su escritura tiene que ver con que Astrid, que era madre soltera, quería leer a su hija que estaba postrada en la cama por enfermedad unos cuentos entretenidos. Y así surgió Pippi, que luego editó.

Se convirtió en un éxito mundial. Hoy el libro ha sido traducido a más de 70 lenguas. Sobre la historia se han hecho películas de cine y series de televisión, y hasta algún videojuego




domingo, 19 de marzo de 2017

"Imágenes de cuento", una exposición en el Centro de Historias de Zaragoza

El Centro de Historias de Zaragoza organiza una exposición sobre los últimos diez años de ilustración en Aragón, "Imágenes de cuento". Hasta el próximo 23 de abril.

Muy interesante para toda persona interesada en la LIJ.




Más información:

viernes, 6 de enero de 2017

Una cita de Hans Christian Andersen


Hans Christian Andersen, el famoso autor danés de libros infantiles, era hijo de un humilde zapatero, pero gracias a su talento logró convertirse en el autor favorito de los niños. En su biografía, El cuento de mi vida, termina con esta cita tan optimista:
“Del mal ha salido el Bien y el dolor hizo nacer a la Alegría. Creo ser el hijo mimado de la Suerte (…) Los días de angustia y de pesar llevan en sí, a pesar de todo, gérmenes de bendición. Cada injusticia que creí sufrir, cada mano que ha pretendido torpemente detenerme en mi desarrollo, me ha aportado un nuevo bien. En nuestra ascensión hacia Dios se van desvaneciendo la amargura y el dolor; solamente perdura la Belleza. Es como el arco iris que pinta sus colores sobre la nube sombría”.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Emili Teixidor y la hormiga Miga


Emili Teixidor (1933-2012) fue maestro, licenciado en letras y periodista. Fue conocido sobre todo por su obra adaptada al cine Pa negre. Pero también cultivó la literatura infantil y juvenil y ganó el premio nacional de LIJ en 1997, precisamente con la hormiga Miga: L'amiga més amiga de la formiga Piga (La amiga más amiga de la hormiga Miga).

Emili escribía en catalán y español.

La serie de la hormiga Miga incluye varios títulos






En La hormiga Miga megamaga ya se ve desde el título una idea de jugar con las palabras. El texto conecta con las fábulas de Esopo. Aparecen todos los animales personificados y la hormiga Miga es la que resuelve todos sus problemas.

La editorial SM, que edita El Barco de Vapor, pone al alcance de los docentes material didáctico: 

"El principito", de Saint-Ex

Antoine de Saint-Exupéry, al que los franceses llamaban familiarmente "Saint-Ex", es el autor de uno de los cuentos más famosos de la literatura universal: El principito.

lunes, 19 de diciembre de 2016

"Struwwelpeter", el niño malo de Hoffmann

Heinrich Hoffmann (1809-1894), médico de profesión, se hizo popular en su país con las historietas de un niño sucio y desobediente que se caracterizaba por el excesivo volumen de sus cabellos y la desmesurada longitud de sus uñas: Struwwelpeter (1845), Pedro el Melenas, El Desgreñado o El Despeluzado. El personaje se hizo tan popular que todavía hoy se dice "Es como Pedro Melenas, el terror de las nenas", sin saber que estamos aludiendo al Struwwelpeter de Hoffmann.

¡Aquí está, nenes y nenas,
vean bien a Pedro Melenas!
Por no cortarse las uñas
le crecieron diez pezuñas,
y hace más de un año entero
que no ha visto al peluquero.
¡Qué horroroso! -¡Uy, qué miedo!
¡Encontrármelo, no quiero!

Struwwelpeter es uno de los libros de cuentos para niños más populares de Alemania. Los dibujos de Hoffmann tienen unos versos debajo, como Max und Moritz, de Wilhelm Busch (1832-1908), a quien servirá de inspiración. El niño se comporta mal y, finalmente, es castigado con propósito corrector.

En una carta de 1892, publicada en el periódico Die Gartenlaube, el autor explica:
         «¡Habent sua fata libelli! ¡Los libros tienen su Destino! Y esto vale para el Struwwelpeter. En la Navidad de 1844, buscaba un regalo para mi hijo pequeño, de tres años y medio. Quería un libro ilustrado, que correspondiese a la edad de aquel pequeño ciudadano del mundo, pero todo lo que veía no me decía nada; libros con dibujos de piratas, de animales, de sillas y de mesas. Historias largas y bobas que tras múltiples exhortos, concluían con la moraleja explícita: "Los niños deben ser siempre buenos" o "Los niños deben ser limpios" o "decentes", o "justos", etc.(...)
            Finalmente, tomé un cuaderno en blanco y le dije a mi esposa: 'Le voy a hacer al niño el libro ilustrado que necesita'. El niño aprende viendo, le entra todo por los ojos, comprende lo que ve. No hay que hacerle advertencias morales.
            Cuando le dicen: Lávate; Cuidado con el fuego; Deja eso; ¡Obedece!, para el niño son conceptos sin sentido. Pero el dibujo de un desarrapado, sucio, de un vestido en llamas, la imagen de la desgracia le instruye más que todo lo que se pueda decir con las mejores intenciones. Por eso es cierto el refrán que dice: El gato escaldado huye».
La obra se hizo tan famoso que pronto aparecieron nuevas versiones y adaptaciones. Copiamos de Wikipedia:

  • Mark Twain hizo una traducción al inglés de los versos originales; el libro pronto alcanzó popularidad en Europa y surgieron otras ediciones en holandés, danés, sueco, ruso, francés, italiano, español y portugués. Ediciones posteriores incluyen al latín, griego, esperanto, finlandés, noruego, checo, polaco y japonés, además de dialectos como el yidis, alsaciano o sórabo. Recientemente, se han editado versiones en formato digital/multimedia. Considerando el número global de ediciones y re-ediciones en todos los formatos e idiomas alrededor del mundo, se han estimado 540 ediciones del libro, con varias decenas de millones de ejemplares en circulación desde su primera impresión.
  • Alrededor del año 1890, se publicó en Alemania Struwelliese (Elisa la Desgreñada) por el Dr. Julius Lüthje con ilustraciones de Franz Maddalena. Se le considera como la contraparte femenina de Pedro Melenas para las niñas, ya que presentaba "defectos típicamente femeninos", como la curiosidad y el chisme.
  • En 1941, el Daily Sketch de Londres publicó una serie de caricaturas políticas con el título de Struwwelhitler (Hitler el Desgreñado), firmadas por el "Dr. Schrecklichkeit" (El Dr. Terrorífico), pseudónimo usado por la pareja de hermanos ingleses Robert y Phillip Spence, donde personalidades como Hitler, Goering y Mussolini parodiaban a los personajes originales.
  • 'Anti-Struwwelpeter', una parodia del libro, fue publicada en 1970 por el caricaturista alemán de origen polaco F.K. Waechter, en el que sucedían las mismas crueldades, pero ahora no a los niños, sino a sus padres, mientras los chicos contemplaban impasibles los castigos infligidos a sus progenitores intolerantes y empeñados en corregir sus defectos.
  • Una versión con ilustraciones más agresivas, orientadas al público adulto con amplio criterio, pero manteniendo los textos de Hoffmann, fue publicada en 1999 bajo el título Struwwelpeter: Fearful Stories and Vile Pictures to Instruct Good Little Folks (Struwwelpeter: Historias temibles e imágenes viles para instruir a los pequeños) Incluye la advertencia: "¡Este libro infantil no es para niños!".
  • En 1998, se estrenó un musical titulado Shockheaded Peter creado por la compañía inglesa Improbable Theatre (Julian Crouch, Phelim McDermott, Julian Bleach, et al.) y musicalizado por The Tiger Lillies, obteniendo varios reconocimientos. La producción combina elementos de pantomima y marionetas con versiones musicalizadas de los poemas. Se re-estrenó en 2001 y 2005, presentándose en Inglaterra, Alemania, Austria y Estados Unidos.
  • Otras adaptaciones musicales para orquesta han sido escritas por Alexandros Mouza (Grecia, 2004)12 y Martin Bärenz (Alemania, 2006)13
  • La banda inglesa de rock gótico/pagano Inkubus Sukkubus incluyó el tema Struwwelpeter en su álbum Wild del año 1999. Por su parte, la banda alemana Rammstein planeaba editar todo un álbum conceptual con las historias del libro. Finalmente, sólo la "Terrible Historia de Paulina y los Cerillos" llegó a ser una canción que grabaron: Hilf mir (Ayúdame) y que fue incluida en el álbum Rosenrot de 2006.14
  • Der Burgerpaul” (“La Hamburgesa Paul”)- apareció en el año 2007 con el texto e ilustraciones del artista y diseñador español-alemán Miguel Angel Silva-Höllger. Èste libro es una adaptación moderna de “Der Struwwelpeter“, que fue creado e ilustrado en el año 1845 por el Dr. Heinrich Hoffmann. En el año 2013 aparece la 4ª. edición, revisada y actualizada de la “Burgesapaul”. “La Burgesapaul“ trata de 10 jóvenes con nombres muy actuales y de los problemas más corrientes de éstos adolescentes. Éste libro contiene las siguientes historias: “La Hamburgesa Paul“, Las historias de Leonie de extrema derecha, El homicída Lucas, La Alcopop Laura, El apático León, La pandílla-Anna, El ausente en las clases Tim, La humeante Lea, El Internet Jonas y La historia de la timbradora Emily. Estos 10 jóvenes señalan de una forma muy ejemplar, cómo la insensatez, el mal comportamiento, la falta de valores y principios morales de una parte de la juventud de hoy, ponen en peligro su vida y también la de otros.
Más información:

"Max und Moritz", los comienzos del cómic


Max y Moritz (1865) de Wilhelm Busch (1832-1908), es una historia de dos niños que hacen travesuras a los mayores y que son castigados cruelmente por ello, con sadismo. La obra tiene un marcado estilo caricaturesco. Cada viñeta lleva un par de versos al pie. Recuerda las tiras cómicas del asturiano Alfonso, creador de Pinín, Pinón y Telva.

El libro tuvo mucho éxito y se tradujo fuera de Alemania. Fue el primer libro infantil y juvenil en ser traducido al japonés (en 1887). Tras él, vinieron otras parejas de niños traviesos, como los españoles Zipi y Zape, creados en los 40 por Escobar para la revista Pulgarcito. Busch influyó también el ilustrador catalán Apeles Mestres.



Busch conocía los trabajos de Hoffmann (1809-1894) y su Struwwelpeter y se inspiró en él, pero dibujaba mucho mejor que su compatriota y su obra se hizo mucho más popular. Sus caricaturas tenían de siempre tendencia a la exageración, como puede comprobarse en esta célebre de Arthur Schopenhauer:



No es de extrañar, pues, que se le considere precursor de la tira cómica. Pero su tendencia a la hipérbole, encontró su máxima expresión en su obra Max und MoritzBusch quería presentar a dos pillos capaces de hacer verdaderas atrocidades. En carta a un amigo le dice:
"¿Nunca has sorprendido la expresión de los niños cuando ven matar a un cerdo? ¿No? Pues recuerda la expresión de la Medusa. La muerte, la crueldad y la voluptuosidad se reúnen en ella".
Su modelo trascendió inmediatamente. El norteamericano Rudolph Dirks, creador de The Katzenjammer Kids (1897), había nacido en Heinde, Alemania, y conocía perfectamente a los héroes de Busch, sobre los que él creó los suyos, los traviesos Hans y Fritz.

A su vez, Dirks fue imitado por William Mariner y, en 1902, creó The Finebeimer Twins, con dos perversos gemelos: Jackey y Joban.

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viernes, 13 de mayo de 2016

"Flotante", un libro-álbum de David Wiesner

Flotante, en inglés Flotsam, es un libro-álbum de David Wiesner. En realidad, es una historia gráfica completa, pues se han suprimido absolutamente las palabras y solo quedan las imágenes, para contarnos el cuento. Así, la creatividad del lector es estimulada en grado máximo.

Una ola deposita una vieja  cámara submarina a los pies de un niño que curiosea en la playa. Una cámara con unas fotos muy especiales. Después de vivir muchas aventuras con la cámara, el niño la lanza de regreso al océano, donde viaja hacia su siguiente dueño.

Una obra sin palabras que da mucho que decir, con estructura cíclica y una maravillosa realización gráfica.





Un ejercicio con los alumnos:

Hacemos que los alumnos de 2º ESO A, C, D y E vean varias veces las imágenes del libro-álbum y luego les mandamos contar la historia a su manera. Estos fueron algunos de los resultados (marzo de 2019, curso 2018-2019):

Miguel Almenara, 2º ESO A

Esta es la historia de un niño llamado Hassan.
El pequeño Hassan, un día, estaba jugando y nadando en la playa y una ola le llevó hacia la orilla.

Hassan se encontró una cámara de fotos que tenía fotografías del océano y de otras personas que habían tenido antes que él la cámara.

Hassan pensó que debía continuar la historia de la cámara y se hizo una foto y volvió a lanzar la cámara al océano para que continuara su camino.

Un día, en una playa lejana, la cámara se la encontró Mona, una niña con el pelo rizado oscuro. Mona decidió hacerse la foto y también fotografiar una cuantas cosas más y lanzó de nuevo la cámara al mar. Pero desgraciadamente la cámara se quedó ahí en el océano y aún nadie la ha encontrado todavía.

¡Ahora mismo, tú podrías encontrarla!

Ángel Borja,  2º ESO A

Flotante trata sobre un chico observador que se encuentra una cámara antigua en la playa. Tiene unas imágenes un tanto misteriosas y originales. El chico ve unas fotos de gente y entiende que tiene que seguir la cadena. Se toma una foto y la vuelve a lanzar al mar. Al final, se ve una chica recogiendo la cámara en otra playa y dice que continuará con la historia.

Yo creo que el booktráiler nos quiere decir que hay que ser más observadores.

Nerea Giménez Giménez,  2º ESO A

Un niño curioso se encuentra una cámara de fotos estando en la playa. Observando todo con su lugar, se encontró una cámara que le había llevado una ola. La coge y se da cuenta de que es una antigua cámara sobre el fondo del mar. También hay fotos de más gente que ha tenido la cámara y las mira bien. Al mirarlas bien, se da cuenta de que hay fotos en blanco y negro de lo antigua que es la cámara. Lo único que se le ocurre hacer es hacerse una foto y devolver la cámara al mar para que la historia continúe. Más tarde, se la encuentra una chica en otra playa y continuará con las fotos y la historia.

En la cámara hay imágenes de mundos marinos distintos, el reino de los aliens, el de las tortugas, un pez en vez de un globo aerostático, etc. La cámara te hace imaginar mundos nuevos.

Héctor López Blanco, 2º ESO A

Un día, un pequeño niño llamado Lucas fue a la playa como de costumbre. La playa estaba desierta y Lucas se sentó en la orilla para ver a los animales marinos.

De repente, vino una ola que arrastraba una cámara. Lucas era muy curioso, así que cogió la cámara y miró qué había dentro. En la cámara había fotos de peces del mar. Lucas se entusiasmó y siguió mirando, pero al final de las fotos vio que...

¡Había fotos de niños! ¡Y cada vez más antiguas! Así que pensó que podía hacer y se le ocurrió que, para el bien de la cámara, tenía que devolverla, pero antes se hizo una foto. Y la tiró de nuevo al mar.

Al cabo de unos meses, la cámara la encontraron en una isla del Caribe. Era una niña, así que se hizo una foto y la tiró de nuevo. Y así sigue la historia.

Sandra Martínez Traid, 2º ESO A

La historia trata de un chico al que le encantaba observar las cosas y la vida marina. Era un buen observador, estaba en la playa y llegó una ola que arrastraba una cámara antigua con muchísimas fotos , de casas increíbles, como peces mecánicos, un pez globo aeroestático, una familia alienígena, dentro hay unas fotos de personas sujetando fotos de personas que sujetaban más fotos hasta que llega la primera en blanco y negro.

Para continuar la historia, el chico se echa una foto con la foto anterior en la mano y lanza la cámara al mar, que cruza el mar en un viaje muy largo, va por el Polo Norte, se la lleva una gaviota, la llevan también sirenas, todo tipo de animales, hasta que llega a la orilla de un mar y se encuentra a una chica que continúa la historia.

Verónica Mateo,  2º ESO A

Es un niño que se encuentra una cámara de fotos que le ha traído el mar. El niño, como es tan curioso, mira dentro de la cámara y se encuentra fotos del fondo del mar y también se encuentra fotos de personas que habían tenido la cámara antes. El niño, por seguir la historia, se hace una foto como los otros niños y tira la cámara al mar, que lleva la cámara hasta otra playa y una niña se la encuentra y la niña hace lo mismo que ha hecho el niño y la tira al mar para seguir la historia.

Desirée Mora,  2º ESO A

Flotante, de David Wiesner, trata de un niño curioso en la playa. Es un buen observador y miraba todo con una lupa para poderlo ver mejor.

Un día, el niño estaba jugando en la orilla con un cubo y, de repente, le vino una ola, la cual trajo una cámara muy antigua.

Esa cámara contenía fotos antiguas y nuevas de personas, fondos marinos y animales marinos.

El niño miró lo que contenía la cámara y como vio que cada que pasaba por algún sitio o llegaba a las manos de alguien, decidió hacerse él mismo con ayuda de un palo una foto.

Después, tiró la cámara al agua para que continuase pasando por más lugares y personas.

Tras muchos lugares recorridos, la cámara llegó a una isla y la recogió una niña. Esa niña se hizo una foto y la volvió a tirar al mar, pero después de esa foto no se supo nada más de esa cámara.

Comin Florin Maxim, 2º ESO C

Un niño muy investigador encuentra una cámara muy vieja traída por las olas en la playa. Al investigarla, encuentra unas fotos. Había tofos del fondo marino y una de las fotos era de unos niños que habían encontrado la cámara anteriormente y habían seguido la historia tirando la cámara de nuevo al mar. Y con un microscopio vio al primer niño que se hizo la foto. Después, el niño continuó la historia haciéndose la foto con la foto de los otros niños en la mano y vuelve a tirar la cámara al mar y los animales marino y las olas lo llevan por todo el mundo hasta llegar a otra playa, donde una niña encontró la cámara y la historia continuó durante muchos años, pasando por muchos niños.

Sandra Martínez Traid, 2º ESO C

La historia trata de un chico al que le encantaba observar las cosas y la vida marina. Era un buen observador, estaba en la playa y llegó una ola que arrastraba una cámara antigua con muchísimas fotos de cosas increíbles, como peces mecánicos, un plez globo aerostático, una familia alienígena, dentro hay unas fotos de personas sujetando fotos de personas que sujetan más fotos, hasta que llega la primera en blanco y negro. Para continuar la historia, se echa una foto con la foto anterior en la mano y lanza la cámara de nuevo al mar. Esta cruza el  mar en un viaje muy largo, va por el Polo Norte, la lleva una gaviota, la llevan sirenas, todo tipo de animales, hasta que llega a la orilla de un mar y se encuentra a una chica que continúa la historia.

Janire Ortiz, 2º ESO C

La historia trata sobre un niño que está en la playa y cuando viene, un día, aparece una cámara antigua. El niño cogió la cámara y se la llevó para mirar las fotos. Cuando tenía las fotos, encontró unas fotos impresionantes: una familia de aliens, peces mecánicos, una casa de unos pulpos, una tortuga con una ciudad encima, una ciudad de una sirena agarrada a un pez y las estrellas de mar gigantes... También había otras fotos de más niños que habían encontrado esa cámara antes y se hacían una foto con las fotos de los otros niños. Entonces el niño entendió lo que tenía que hacer y cogió la cámara, se fue a la playa y se hizo la foto y la volvió a tirar al mar. Y con ayuda de otros animales, llegó a otra playa la recogió una niña. Y así sigue la historia.

 Mark Axcel de la Reyna, 2º ESO C

Un niño encuentra una cámara en la playa. Una ola trae la cámara.Luego se encuentra el niño unas fotos increíbles de criaturas del mar. El niño saca unas fotos, después tira al mar la cámara para que continúe el viaje. Luego, un ave la lleva hasta el Polo Norte. Y llega a una playa. Después, una niña la encuentra.

Noelia Ruiz Franco, 2º ESO C

La historia trata sobre un chico que se encuentra una cámara antigua. La abre para ver qué hay dentro de ella. Y se encuentra unas fotos de otros niños con la cámara. Entonces, él también quiere hacerse una foto con la cámara antigua. Cuando ha terminado de hacerse la foto, la mete en la cámara antigua. Pero antes de hacerse la foto, había mirado con un microscopio las demás fotos que la cámara tenía y, seguidamente, se hizo la foto. Y ya por último, lanza la cámara hacia el mar y los animales marinos se la van llevando al fondo y hacen fotos a los calamares y a las familias aliens y a las tortugas con conchas con casas en el caparazón y también a las chicas sirenas. Seguidamente de las fotos marinas, se encuentra la cámara una niña y...

Jorge Almenara, 2º ESO D

Un niño encuentra una cámara, mira las imágenes y las tira al agua, luego la encuentra otra niña y vuelve a  mirar las imágenes. A continuación, la niña vuelve a tirarla al agua y aparece a otro niño, llamado Alfredo Morales y se encuentra en el mar la cámara y algo más, se encuentra un chocoballo.

Aarón Jiménez, 2º ESO D

Un niño era muy observador. Un día, estaba en la playa y encontró una cámara de fotos antiguas. Había muchas fotos dentro, de animales y personas que se habían hecho fotos con la cámara que iba arrastrando el mar. Y el niño se hace una foto con la cámara y la guarda adentro y la vuelve a lanzar al mar para que la gente siga haciendo lo que él había hecho. Un día, una niña se encontró la cámar en la orilla del mar y la cogió. Y así, la historia continúa.

Carlos Aguilera, 2º ESO E

Un niño se encuentra una cámara y ve que hay fotos de otros niños que han cogido la cámara y se han hecho fotos, y él siguió la historia y se hizo una foto. La tiró al mar y otra niña cogió la cámara e hizo lo mismo con la cámara, como los demás.

Soraya Asensio, 2º ESO E

Es un niño, es muy observador, está en una isla y encuentra una cámara que hay fotos de gente. Se le va la cámara al mar y va a otro lugar y la encuentra otra persona, que era una niña. La niña mira las fotos de la gente que la ha tenido y la tira para que la tenga otra persona.

Aichatou Dembele, 2º ESO E

La historia trata de un niño que va a la playa y la ola trajo un objeto misterioso que oculta mundos misteriosos (una cámara fotográfica). Tiempos pasados, otros observadores vieron lo mismo. Para que la historia continúe, el niño tira la cámara fotográfica de nuevo al mar y aparece un mundo maravilloso. Más tarde, la cámara la encuentra otra niña en otra playa en otro lado del mundo.

Rubén García, 2º ESO E

Un niño encuentra una cámara, ve fotos en la playa y ve fotos raras y ve que hay fotos de miles de personas y él se hace fotos  y tira la cámara al mar y llega a otra niña. Continuación: La niña era en secreto una terrorista e introdujo una bomba en la cámara y la arrojó al mar, legó a un niño y murió a causa de la explosión, porque las explosiones son caóticas.

Jiang Le Ying, 2º ESO E

Esta historia cuenta de una playa, hay un observador y un día se ha encontrado una cámara y en esta cámara hay muchas fotos. Hay una isla de tortuga y en esta isla viven familias, y hay montañas de estrellas de mar. Y hay fotos de observador anterior que ha encontrado esta cámara, pero un día su cámara se ha caído al mar, y se ha encontrado un nuevo observador. Este cuentos se continúa...

Samuel López, 2º ESO E

Un niño se encuentra una cámara de fotos en la playa y ve que tiene fotos de peces, pulpos y también ve una foto  de un niño cogiendo otra foto de otros niños y él hace lo mismo para seguir la cadena y tira la cámara de fotos al océano para que otro niño la coja.

Lorena Martín, 2º ESO E

La historia va sobre un niño muy observador que las olas del mar le traen una cámara fotográfica antigua con fotos dentro. El observador entiende lo que tiene que hacer para que la historia continúe: se hace una foto y la devuelve al mar y aparece en otro lado distinto del mundo. En la cámara, también había fotos de peces raros.

Leyre Mesa, 2º ESO E

Había un niño en la playa y, de repente, las olas del mar le trajeron una cámara subterránea donde había fotos impactantes y el niño la tiró al mar otra vez para que otra persona pudiera ver también las fotos que había y le llegó a una chica y también miró las fotos que había.

Ana Mihalachi, 2º ESO E

Un niño está caminando por la playa hasta que encuentra unas fotos que nunca había visto como: aliens, peces mecánicos, montañas en el mar y, la más rara era una niña sujetando una foto de un niño que él desconoce, la mira en el microscopio y no ve nada de interesante y tira la cámara después de mucho tiempo, la cámara llegó a otra playa y la encuentra otra chica que también mira las fotos.

domingo, 24 de abril de 2016

"Mini y el gato", de Christine Nöstlinger


En Mini y el gato (Mini und Mauz), Christine Nöstlinger habla del amor a los animales, en concreto a los gatos domésticos. También se toca el tema de la vejez y la muerte y de la necesidad de la solidaridad: todos nos necesitamos. Y por supuesto, la importancia de la familia en la que todos se quieren y se ayudan, aunque no siempre piensen lo mismo sobre todas las cosas.

Mini es la protagonista de una serie que cuenta con varios títulos como: Mini va a la playa, Mini va al colegio, Mini detective, Mini es la mejor, Mini en Carnaval, Mini va a esquiar, Mini ama de casa, Mini y su nuevo abuelo...

Christine Nöstlinger nació en Austria, en 1936, es una de las escritoras con más éxito de la literatura infantil y juvenil. Todos sus libros giran en torno a vivencias y problemas que puedan acontecer a los niños actuales pero siempre enfocados desde el más sencillo y tierno humor, alejándose de los dramatismos y las penas gratuitas. En 1984 se le concedió el premio Hans Christian Andersen, el mayor galardón internacional para los escritores infantiles. En 2003, ganó el premio Memorial Astrid Lindgren, junto con Maurice Sendak.

La ideología de Christine es claramente liberal y progresista, por lo que chocó y choca con la sociedad a la que dirige sus libros. Sus puntos de vista sobre las relaciones familiares, la escuela y la educación, las relaciones entre jóvenes —desde la amistad al erotismo—, la marginación y la intolerancia, la liberación de la mujer, etc., son temas que todavía hay educadores que consideran que no son adecuados para jóvenes lectores. Sin embargo, nadie discute sus cualidades literarias, ni su papel innovador en la tendencia realista de la literatura infantil, que en sus manos se convierte en realismo crítico, con influencias claras de Thomas Mann; por lo tanto, en esta autora se ve muy claro cómo el Bildungsroman (novela de aprendizaje) se transforma en cuento de iniciación. Su lenguaje es sencillo, lleno de humor y ternura, con el fin de atraer y atrapar a los lectores.

Todas estas cualidades se ven muy bien en la serie de Mini.

"Los batautos", de Consuelo Armijo


Consuelo Armijo (1940-2011) fue una narradora de literatura infantil y juvenil de largo recorrido. Ganó el premio Lazarillo y el premio Barco de Vapor, además de otros muchos galardones. Con Los batautos (1974) inició una serie que tendría continuidad en otros títulos: Más batautos (1978), Los batautos hacen batautadas (1981), Los batautos en Butibato (1986), ¡Hasta
siempre, batautos! (2004). Son también obras suyas: El pampinoplas (1979), El mono imitamonos (1984), Aniceto el vencecanguelos (1986), En Viriviví (1988), Sérase una vez (1997), Caminos sin trazar (1998), Marabato (2002)…

La obra está publicada en la colección Barco de Vapor color azul (a partir de 7 años), con magníficas ilustraciones de Margarita Menéndez. Los batautos más famosos son: Peluso el listo, Buu el tontito, Gusi el perezoso y Erito el cascarrabias son, junto con el sabio y bondadoso -aunque un poco despistado- rey don Ron. Peluso decide ir a dar un paseo, el más largo de su vida, y le ocurren muchas peripecias.

Un libro lleno de humor, muy próximo a la literatura del absurdo y el nonsense —tan grato
a los británicos desde la época victoriana, con Lewis Carroll y Edward Lear a la cabeza—, que refleja las aventuras y desventuras de unos peculiares personajes, los batautos.

Más información:

domingo, 3 de abril de 2016

"Alfabeto sobre la literatura infantil", de Bernardo Atxaga


Este libro del escritor vasco Bernardo Atxaga, Alfabeto sobre la literatura infantil, Valencia, Media Vaca, 1999, está a medio camino entre el estudio teórico y la narrativa. El autor va reflexionando sobre la LIJ en un relato que se presenta como un cuento.

Atxaga insiste en que la literatura infantil debe "pesar" por el lado de lo literario más que por el adjetivo "infantil". No basta con catalogar a los niños como gente inocente o ingenua para darles cualquier cosa. Recuerda que los niños, como los adultos, no son todos iguales.
"nada de literaturas efectistas y excesivamente infantiles; nada de llenarse la boca con la palabra niños. Que perezcan esas ideas" (pp. 16 y 17)
Evidentemente, no es lo mismo una obra para adultos como el Ulises de Joyce que otra para niños como el Peter Pan de Barrie. Y es que existe eso que los teóricos llaman lector implícito.


Atxaga va comentando conceptos fundamentales de la LIJ y, al tiempo, citando autores y libros fundamentales: Alicia en el País de las Maravillas, de L. Carroll; Las mil y una noches; Wilhelm Hauff; Washington Irving; Pinocho, de Carlo Collodi; Michael Ende; las fábulas de Esopo, La Fontaine, Iriarte y Samaniego; Augusto Monterroso; los hermanos Grimm; Afanasiev; Los papeles del club Pickwick, de Dickens; Kafka; Sartre; Camus; Edward Lear y sus limericks; Zazie en el metro, de Raymond Queneau.

Alicia se pregunta en el libro de Atxaga: "¿De qué sirve un libro si no tiene dibujos diálogos?" Y el escritor responde:
"La respuesta es: no sirve de nada si de un libro para niños se trata, porque los diálogos y los dibujos son en este caso una consecuencia directa de esa presión a la que nos acabamos de referir [la del lector implícito]"
Atxaga comenta que el escritor siempre busca llegar a su lector, por eso el autor de LIJ hace narraciones llenas de diálogos y con pocas descripciones y sitúa su relato "en una isla voladora o en el País de Cucaña".

La LIJ siempre ha fluctuado entre lo fantástico y lo pedagógico. Por ejemplo, en el siglo XVIII Madame Geulis escribió:
"¿Qué libros daremos a los niños? ¿Qué deben hacer ellos hasta cumplir los 15 años? ¿Deberán leer acaso libros de magia o Las mil y una noches? Jamás daré ninguno de ellos a mis hijas e hijos. No hay en esos libros ni rastro de enseñanza moral. Sólo hablan de amor. Y las historias de príncipes y princesas enamoradas son malas, porque los niños se conmueven con lo maravilloso y su memoria se llena de jardines maravillosos y de palacios construidos con diamantes. Las imágenes fantásticas dan ideas falsas a los niños" (pp. 44 y 45)
También aparece a veces el humor, pues como dijo el crítico francés Roland Barthes, el gag, el humor, libra al poema de su manía poética, es decir, de su efectismo, de su exceso cargante y empalagoso. Atxaga recuerda los chistes de Jaimito, que elogia porque son relatos en pequeño y crea sentido narrativo en el niño. También nos ofrece un limerick:
"Había un anciano en Santa Cruz
que de cinco colores tenía la testuz;
gastaba todos sus dineros
comprando pinturas y sombreros,
¡aquel cruel y duro anciano de Santa Cruz!" (p. 74)

Y nos ofrece una maravillosa nana en euskera:
     "Bonbolontena, nere laztana
Ez egin lorik bausan:
aizterixtuak eamango zaitu
Erbia zeralakuan."
     ("Pequeño mío, cariño mío,
No te duermas en el bosque,
o un cazador te llevará
creyendo que eres una liebre").
Dice Atxaga que la bibliografía de nanas es muy abundante en el mundo anglosajón, donde poetas famosos como Auden o Hughes incluyen incluso nursery rhymes en sus antologías de poesía. Pero en España no sucede lo mismo, a pesar de que hay casos como el de Gabriel Celaya, que publicó una antología de canciones infantiles tradicionales.

En resumen, un libro delicioso.

martes, 8 de marzo de 2016

Joan Grant y su libro-álbum "Gato y pez"


Gato y pez es un magnífico libro-álbum. Muy recomendable tanto por la calidad de los dibujos como por los valores de la historia. Enseña a luchar contra los prejuicios y deslumbra con sus imágenes en blanco y negro, obra de Neil Curtis.


Tiene una segunda parte: Gato y pez. ¿Adónde van las olas?


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"Las princesas también se tiran pedos", de Ilan Brenman


Las princesas también se tiran pedos, de Ilan Brenman, es un libro-álbum desmitificador, que convierte en tema de la LIJ lo escatológico, algo que normalmente está fuera de la órbita de temas tratados para los niños.

Una historia simpática.


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"La carta de la señora González", de Sergio Lairla.


La carta de la señora González es un libro-álbum o picture book escrito por Sergio Lairla e ilustrado por Ana G. Lartitegui.


Las ilustraciones tienen, sin duda, mucho mérito, así como la organización del libro, muy original, con capítulos encadenados, donde cada viñeta se conecta con la siguiente por medio de algún objeto o personaje que se repite en ambas. La historia avanza poco a poco, con imágenes numeradas, hasta que se llega al clímax y entonces la numeración de los dibujos se hace descendente, hasta regresar a la situación del principio. De esta forma, el libro adquiere una estructura circular que lo convierte en un mundo de ficción convincente.


Sin duda, todo un acierto. Para no perdérselo.


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lunes, 7 de marzo de 2016

"¡Dídola, pídola, pon! o La vida debe ofrecer algo más", de Maurice Sendak


El gran Maurice Sendak colaboró con autores relevantes para los que hizo ilustraciones, como en El gran libro verde, escrito por Robert Graves. Pero luego evolucionó hacia el picture book o libro-álbum, con un estilo muy personal, donde se hacía responsable del texto y las ilustraciones.


Uno de sus primeros éxitos fue ¡Dídola, pídola pon! o La vida debe ofrecer algo más, donde cuenta la historia de la perrita Jennie, una perrita tragona y comodona que es capaz de dejar su confortable hogar movida por el espíritu de aventura, hasta convertirse en la primera actriz del Teatro de Mamá Oca.


Sendak nos habla una vez más de las zonas oscuras que, normalmente, estaban excluidas de los libros infantiles. Ahora elige el tema del miedo a lo desconocido, nos invita a afrontar los retos del futuro, a vencernos.

En las obras de Sendak hay monstruos, padres separados o ausentes, niños con temores (que recuerdan a los infantes en los campos de concentración nazi, historias que, como judío, él conocía bien)... Sin embargo, sus obras nunca son traumizantes. La seguridad de su trazo, el amor que derrama en cada escena salvan sus escabrosas historias, que no fueron recibidas sin reparos en sus comienzos, y que finalmente lo han convertido en un autor de éxito internacional.

La obra en inglés se titula Higglety Pigglety Pop! Or there Must be More to Life. La expresión Higglety Pigglety es una modificación de Higgledy piggledy, que significa "de una manera caótica o muy desordenada" y, aunque no se sabe con certeza su origen, sí se ha documentado su uso desde al menos el siglo XVI y se cree que se relaciona con la disposición desordenada de los cerdos (pigs) en las granjas.

Ejs. de uso: "tiny hovels piled higgledy–piggledy against each other" (adverbio: "pequeños cobertizos apilados caóticamente los unos contra los otros"), "Their apartment was higgledy-piggledy" (adjetivo: "su apartamento estaba tremendamente desordenado").


En cuánto a la traducción ¡Dídola pídola pon!, pídola, según la RAE, es un sustantivo femenino que significa: "Juego infantil en el que uno de los participantes salta abriéndose de piernas y apoyando las manos sobre la espalda de otro que está doblado sobre sí mismo hacia delante.". En inglés, se dice leapfrog, "salto de la rana".En francés, saute-mouton, "salto del cordero". He aquí un poema dedicado a la pídola:

Pídola y digo:
¡Salto al revés!
Un, dos, tres,
guarda tus codos,
la cabeza
y los pies.
Pídola y digo:
¡Seguid a este jorobado
y pasaréis un buen rato!
Un, dos, tres, cuatro,
guarda tus codos,
tu cabeza
y tus brazos.
Pídola y digo:
¡Pies juntos!
Y… ¡a saltar todo el mundo!

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sábado, 5 de diciembre de 2015

"Cuando Hitler robó el conejo rosa", de Judith Kerr


When Hitler Stole Pink Rabbit, Cuando Hitler robó el conejo rosa es un libro de literatura juvenil escrito por la escritora e ilustradora anglo-alemana Judith Kerr (nacida en Berlín, en 1923).

Es una historia autobiográfica. Narra cómo una niña alemana de origen judío, Anna, realiza un viaje por diferentes países, huyendo de la ferocidad de los nazis, que han ganado las elecciones en Alemania. Judith Kerr obtuvo en 1974 el premio Deutscher Jugendliteraturpreis por este libro.

Anna es una niña judía alemana de nueve años. Cuando narra su historia, los nazis están a punto de ganar las elecciones en su país (1933), por lo que la familia debe huir a Suiza. La familia se compone de los padres de Anna (su padre es un periodista muy admirado, pero también muy buscado por los nazis por sus ideas políticas) y de su hermano Max, un niño dos años mayor que ella, apasionado del fútbol y con pocas ganas de estudiar, y una niñera muy amorosa y querida en la familia, Heimpi.

En Suiza, se instalan en el Gasthof Zwirn, una humilde pensión de un pueblo cercano a Zurich. Allí, Anna hace amistad con Vreneli, Roesli y Franz, además de con un niño pelirrojo que parece haberse enamorado de ella. Pero las cosas no les van bien allí, por lo que se marchan a París. En la capital francesa, los niños no se adaptan bien al idioma: por ello, la madre contrata a mademoiselle Martel, una institutriz que les ayuda a dominar el francés. Tras algunos meses con la tutora, ambos asisten a un colegio, en el que Anna conoce a Colette, quien se convierte en su mejor amiga en Francia.

A la vez, los padres de Anna se hacen amigos de los Fernand, unos agradables franceses que les ayudan en los aspectos domésticos, puesto que la madre de Anna no está acostumbrada a llevar la casa sola. Sin embargo, todo se complica: como nadie quiere publicar los artículos del padre de Anna, se ve obligado a escribir guiones de cine y a mandarlos a Inglaterra. Allí, un director acepta hacer una película, pero la familia recibe el duro golpe de la muerte del tío Julius, un hombre que amaba los animales, y se quito la vida tomándose un bote de pastillas para dormir, ya que no le permitían la entrada en el zoo al que siempre iba con Anna y Max cuando vivían en Berlín.

La historia acaba con el viaje de la familia a Londres, en busca de un futuro mejor.

Es de lectura recomendada a partir de doce años: se propone como lectura en muchos institutos de enseñanza secundaria de España, ya que contiene interesantes referencias a hechos históricos del holocausto.


  Enlaces:

Fragmentos:
  • ¿Qué es ser judío?
   "Se había apresurado porque quería comprar unos lápices de colores en la papelería y ya era casi la hora de comer; pero iba tan sin aliento que se alegró de que Elsbeth se detuviera a mirar un gran cartel rojo.
   — Es otro retrato de ese señor — dijo Elsbeth — . Mi hermana la pequeña vio uno ayer y se creyó que era Charlie Chaplin.
Anna contempló la mirada fija y la expresión severa. Luego dijo:
   — No se parece en nada a Charlie Chaplin, como no sea en el bigote.
Leyeron el nombre que había debajo de la fotografía.
   Adolf Hitler.   —Quiere que todo el mundo le vote en las elecciones, y entonces les parará los pies a los judíos
—dijo Elsbeth—. ¿Tú crees que le parará los pies a Rachel Lowenstein?
   —A Rachel Lowenstein no la puede parar nadie —respondió Anna—. Es capitana de su clase. A lo mejor me para los pies a mí. Yo también soy judía.
   —¡Tú no!
   —¡Claro que sí! Mi padre nos estuvo hablando de eso la semana pasada. Dijo que éramos judíos, y que, pasara lo que pasara, mi hermano y yo no debíamos olvidarlo nunca.
   —Pero vosotros no vais a una iglesia especial los sábados, como Rachel Lowenstein.
   —Eso es porque no somos religiosos. No vamos a ninguna iglesia.
   —Pues a mí me gustaría que mi padre no fuera religioso —dijo Elsbeth—. Nosotros tenemos que ir todos los domingos, y a mí me dan calambres de estar sentada.
   Elsbeth miró a Anna con curiosidad.
   —Yo creí que los judíos tenían que tener la nariz ganchuda, pero tú la tienes normal. ¿Tu hermano tiene la nariz ganchuda?
   —No —dijo Anna—. La única persona que hay en casa con la nariz ganchuda es Bertha, la criada, y se le quedó así porque se la rompió al caerse del tranvía.
   Elsbeth empezaba a impacientarse.
   —Pues entonces —dijo—, si por fuera sois como todo el mundo y no vais a una iglesia especial, ¿cómo sabéis que sois judíos? ¿Cómo podéis estar seguros?"
(Capítulo 1)
  • Antisemitismo 
   "Una mañana, cuando Anna y Max bajaron, encontraron a los niños Zwirn jugando con un niño y una niña a quienes no habían visto nunca. Eran alemanes, aproximadamente de sus mismas edades, y estaban de vacaciones con sus padres en el hostal.    —¿De qué parte de Alemania sois? —preguntó Max.   —De Munich —dijo el niño.   —Nosotros vivíamos en Berlín —dijo Anna.   —¡Caramba! —dijo el niño—. ¡Berlín debe ser estupendo!  Jugaron todos juntos a tula. Antes no había sido nunca muy divertido porque sólo eran cuatro (Trudi no contaba porque corría muy despacio y siempre lloraba cuando la cogían). Pero los niños alemanes eran los dos muy rápidos, y por primera vez el juego fue verdaderamente emocionante. Vreneli acababa de coger al niño alemán, y él había cogido a Anna, de manera que ahora le tocaba a Anna coger a alguien, y se fue detrás de la niña alemana. Dieron vueltas y vueltas por el patio del hostal, cambiando de dirección y saltando por encima de las cosas, hasta que, cuando ya Anna creía que iba a atraparla, de pronto se interpuso entre ellas una señora alta y delgada con gesto desagradable. La señora apareció tan de repente, de no se sabía dónde, que a Anna le costó trabajo pararse y casi se choca con ella.   —Perdone —dijo, pero la señora no contestó.   —¡Siegfried! —chilló con voz aguda—. ¡Gudrun! ¡Os he dicho que no jugarais con estos niños!   Agarró a la niña alemana y se la llevó. El niño las siguió, pero cuando su madre no le miraba hizo un gesto raro a Anna y movió las manos como excusándose. Luego los tres desaparecieron en el interior del hostal.   —Qué enfadada estaba esa señora —dijo Vreneli.   —A lo mejor cree que somos maleducados —dijo Anna.   Intentaron seguir jugando a tula sin los niños alemanes, pero no resultó bien y acabó en desastre como siempre, con Trudi llorando porque la habían cogido.   Anna no volvió a ver a los niños alemanes hasta última hora de la tarde. Debían haber estado de compras en Zurich, porque cada uno de ellos venía con un paquete y su madre traía varios más grandes. Cuando iban a entrar en el hostal, Anna vio ante sí la ocasión de demostrar que no era una maleducada. Se adelantó de un salto y les abrió la puerta.   Pero aquel gesto no pareció agradarle nada a la señora alemana. «¡Gudrun! ¡Siegfried!», dijo, y rápidamente empujó adentro a los niños. Luego, con cara agria y apartándose lo más posible de Anna, se escurrió ella por la puerta. Le costó trabajo porque casi se le atascan los paquetes, pero al fin pasó y desapareció. Ni siquiera le había dado las gracias, pensó Anna: ¡ella sí que era maleducada!" (Capítulo 9)
  • En el cole en Francia 
   "Entonces sintió una mano sobre su hombro. Un ligero olor a perfume con sólo una pizca de ajo la envolvió, y delante de sí vio un rostro arrugado y muy amigable, rodeado de cabellos negros rizados.    —Bonjour, Anna —dijo el rostro muy despacio y claramente, para que Anna lo entendiera—. Yo soy tu profesora. Me llamo madame Socrate.   —Bonjour, madame —dijo Anna en voz baja.   — ¡Muy bien! —exclamó madame Socrate. Señaló con una mano hacia las filas de pupitres, y añadió, con la misma lentitud y claridad que antes—: Estas niñas están en tu misma clase —y algo de «amigas».   Anna apartó los ojos de madame Socrate y se arriesgó a lanzar una rápida mirada de reojo. Las niñas ya no la miraban fijamente, sino que la sonreían, y se sintió mucho mejor. Entonces Colette la llevó a un pupitre al lado del suyo, madame Socrate dijo algo y las niñas —todas menos Anna— se pusieron otra vez a recitar al unísono.   Sentada en su sitio, Anna escuchó el sonido que zumbaba a su alrededor. Se preguntó qué estarían recitando. Era extraño tener una clase en el colegio sin saber siquiera de qué trataba. Al escuchar detectó algunos números en medio del zumbido. ¿Sería una tabla de multiplicar? No, porque había muy pocos números. Echó una ojeada al libro que Colette tenía sobre el pupitre. En la cubierta había un dibujo de un rey con una corona. Entonces cayó en la cuenta, justo en el momento en que madame Socrate daba una palmada para poner fin al recitado. ¡Era historia! ¡Los números eran fechas, y había sido una lección de historia! Sin saber por qué, ese descubrimiento la puso muy contenta.   Ahora las niñas estaban sacando cuadernos de sus pupitres, y a Anna se le dio uno sin estrenar. La clase siguiente era de dictado. Anna reconoció la palabra porque una o dos veces mademoiselle Martel les había dictado algunas palabras sencillas a ella y a Max. Pero esto era muy distinto. Había frases largas, y Anna no tenía ni idea de lo que quería decir ninguna de ellas. No sabía dónde acababa una frase y empezaba otra, ni siquiera dónde acababa una palabra y empezaba otra. Parecía inútil embarcarse en ello, pero aún parecería peor si se estaba sin escribir nada. De modo que hizo lo que pudo por traducir los sonidos incomprensibles en letras ordenadas en grupos que parecieran verosímiles. Cuando llevaba cubierta casi una hoja por este extraño procedimiento, el dictado acabó, se recogieron los cuadernos, sonó un timbre y fue la hora del recreo.   Anna se puso el abrigo y siguió a Colette al patio, un espacio rectangular pavimentado y rodeado de verjas que ya se estaba llenando de niñas. Hacía un día frío, y las niñas corrían y brincaban para entrar en calor. En cuanto que Anna apareció con Colette, muchas se apiñaron alrededor de ellas y Colette las fue presentando: Claudine, Marcelle, Micheline, Françoise, Madeleine... Era imposible aprenderse todos los nombres, pero todas sonreían y le tendían la mano a Anna, y ella se sintió muy agradecida por su cordialidad.   Luego jugaron a un juego de cantar. Con los brazos entrelazados, cantaban y se inclinaban hacia adelante, hacia atrás y de lado al compás de la canción. Al principio parecía un juego muy suave, pero luego se iba haciendo cada vez más deprisa, hasta que por fin se armaron tal lío que se cayeron todas en montón, riendo y sin aliento. La primera vez Anna se quedó fuera mirando, pero a la segunda Colette la cogió de la mano y la llevó al extremo de la fila. Anna pasó su brazo por el de Françoise —o tal vez fuera Micheline— y se esforzó en seguir los pasos. Cuando se equivocaba, todo el mundo se reía, pero con simpatía. Cuando lo hacía bien, les encantaba. Cada vez estaba más acalorada y excitada, y de resultas de sus equivocaciones el juego acabó en un barullo todavía mayor que el de antes. A Colette le dio tanta risa que tuvo que sentarse, y Anna también se reía. De repente pensó en la cantidad de tiempo que hacía que no jugaba con otros niños. Era estupendo estar otra vez en un colegio. Cuando acabó el recreo hasta había llegado a cantar la letra de la canción, aunque no tenía ni idea de lo que quería decir." (Capítulo 15)
  • Cuando Hitler robó el conejo rosa
   "Max había tenido grandes reservas hacia Francine antes de ir.   —¡Yo no quiero jugar con una niña! —había dicho, e incluso había afirmado no poder ir porque tenía que hacer deberes.   —¡Es la primera vez que te tomas tan en serio los deberes! —dijo mamá enfadada; pero eso no era del todo justo, porque últimamente, empeñado en aprender francés lo antes posible, Max atendía mucho más a sus estudios. Max se sintió profundamente ofendido y fue todo el rato con una cara muy larga, hasta que llegaron a casa de los Fernand y Francine les abrió la puerta. Entonces su gesto de mal genio desapareció al instante. Francine era una niña muy guapa, con pelo largo como miel y grandes ojos grises.   —Tú debes ser Francine —dijo Max, y añadió mintiendo, pero en un francés sorprendentemente correcto—: ¡Tenía muchas ganas de conocerte!   Francine tenía muchos juguetes, y un gato blanco muy grande. El gato tomó posesión de Anna inmediatamente, y se sentó en su regazo mientras Francine buscaba algo en el armario de los juguetes. Por fin lo encontró.   —Esto es lo que me regalaron por mi cumpleaños —dijo, y sacó una caja de juegos muy parecida a la que Anna y Max tenían en Alemania.   Por encima del pelo blanco del gato, la mirada de Max se cruzó con la de Anna.
   —¿Me dejas que la vea? —preguntó Max, y casi antes de que Francine asintiera ya la había abierto. Se pasó mucho rato inspeccionando el contenido, manoseando los dados, las piezas de ajedrez, las diferentes clases de cartas.
   —Nosotros teníamos una caja de juegos como ésta —dijo al fin—. Pero la nuestra tenía también dominó.   A Francine no pareció agradarle mucho ver menospreciada su caja de juegos.   —¿Y qué fue de la vuestra? —preguntó.   —Tuvimos que dejarla en Alemania —dijo Max, y añadió con tristeza—: Supongo que ahora jugará con ella Hitler.   Francine se echó a reír.   —Bueno, pues tendréis que usar ésta en su lugar —dijo—. Como yo no tengo hermanos, no suelo tener con quien jugar.   Toda la tarde estuvieron jugando al parchís y a la oca. Era agradable, porque el gato blanco siguió tumbado en el regazo de Anna y para jugar casi no hacía falta hablar en francés. El gato parecía tan a gusto oyendo tirar los dados por encima de su cabeza, y no quiso bajarse ni siquiera cuando madame Fernand llamó a Anna para probarle las cosas. De merienda se comió un trozo de bollo glaseado que Anna le dio, y después volvió a subírsele encima y le sonrió a través de sus largos pelos blancos. Cuando llegó la hora de marcharse, la siguió hasta la puerta de la calle.   —Qué gato más bonito —dijo mamá al verle.   Anna quiso contarle cómo había estado tumbado en su regazo mientras jugaban al parchís, pero pensó que sería de mala educación hablar en alemán delante de madame Fernand, que no lo entendía. De modo que, con muchas vacilaciones, lo explicó en francés.   —Pero si me habías dicho que Anna hablaba muy poco francés —dijo madame Fernand.   Mamá se puso muy contenta.   —Está empezando —dijo. —¡Empezando! —exclamó madame Fernand—. Es la primera vez que veo a dos niños aprender un idioma tan deprisa. A veces Max parece casi francés, y en cuanto a Anna..., ¡hace un par de meses apenas sabía decir palabras, y ahora lo entiende todo!" (Capítulo 17)

sábado, 14 de noviembre de 2015

A vueltas con el canon


Sí, porque vamos a ver... ¿qué es eso del canon, de qué va, a qué alude?

Pues simplemente va de que, cuando elegimos algún libro para que lo lean nuestros alumnos, lo elegimos por determinadas razones, más o menos explícitas, mejor o peor fundamentadas.

Sobre el canon en literatura infantil y juvenil se ha discutido mucho: qué libros debían estar y cuáles no, y por qué, con qué valores-ideas-prejuicios se relacionan los libros incluidos en el canon, cómo ha ido cambiando este a lo largo de la historia...

La palabra canon viene del griego Χανων - regla y tiene que ver también, en el mundo del arte, con la proporción. Los egipcios, los griegos, los romanos... Todos tuvieron una idea exacta del canon de belleza y a él tendían y tienden los artistas.

En literatura, el canon tiene que ver con los modelos dignos de imitación, con el conjunto de obras que se consideran perfectas, clásicas, intemporales.

Básicamente, en las letras, ha habido dos tendencias relativas al canon y lo canónico:

  • la clásica, academicista y seguidora de reglas, preceptos y teorías literarias;
  • y la anti-clásica o romántica, defensora de la libertad y el individualismo, que convierte el arte en una búsqueda personal y casi casi aleatoria.
Ya lo decía don Antonio Machado,  en su célebre "Retrato":

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera 
mi verso, como deja el capitán su espada: 
famosa por la mano viril que la blandiera, 
no por el docto oficio del forjador preciada.


Polémicas aparte, si queréis ver una lista básica de obras de LIJ, pues aquí tenéis un... Canoncito... Para andar por casa.