La chilena María de la Luz Uribe escribe el texto de este libro, Cosas y cositas, al que pone imagen su marido, el también chileno Fernando Krahn.
Un libro poético, ideal para iniciar a los niños en la poesía y la lectura. Con poemas dedicados al pantalón, la camisa, la corbata, el panuelo... Fáciles de aprender y muy graciosos.
"Este es un libro que trata de las cosas. Las cosas que están mas cerca de nosotros, las que usamos cada día, las que nos ponemos", dicen los autores.
Cada doble página es una gozada: el poema a un lado, la ilustración al otro para potenciarlo y hacerlo más poético.
Más información sobre María de la Luz Uribe y Fernando Krahn:
Uribe, María de la Luz, Cuenta que te cuento. Ilustr.: Fernando Krahn. Barcelona, Juventud, 1979.
Un libro de historias ilustradas que usan el verso, más que la prosa. Historias tiernas, surrealistas, fantásticas: "El rey de papel", "Barco en el puerto", "La señorita aseñorada", "Don Crispín" y "El soldado Trifaldón".
"Un gusano atraviesa estos cuentos que te cuento; un rey de papel nos muestra su reino de papel; un barco crece desde el mar abierto hasta hacerse grande en el puerto; una señorita aseñorada que ríe con el caminante que croa como una rana; un Don Crispín vuela sin fin, con el maletín y el violín; el soldado Trifaldón y la hormiga capitana marchan con el batallón y, al fin, el gusano se despide y dice fin. La sonoridad del disparate es lo primero que cautiva al niño lector o recitador de los cuentos de María de la Luz" (Canal lector)
Las canciones de María de la Luz han sido musicadas por el grupo Ttikitiklip. Dejamos aquí un ejemplo:
Don Crispín
Don Crispín es bailarín;
cantarin y saltarín:
flaco como un tallarín
y usa un pelu-peluquín.
A la plaza de Quintín
llega alegre don Crispín;
abre una male-maletín
saca una calc- calcetín.
Con su corba-corbatín
y en la mano un maletín,
empolvado polvorín
sale un día don Crispín.
Llena el calce-calcetín
de ase-de ase-de aserrín;
le pone su peluquín
y es un muñe-muñequín.
En un bala-balancín
ha sentado el muñequín;
a su frente, don Crispín
toca el vio-vio-vio-violín.
"Rin-tin-tin" hace el violín;
sube y baja don Crispín;
el muñeco colorin
baja y sube: "Rin-tin-tin".
Pasa un vola-volantín
y a él se engancha don Crispín;
cuelga el muñe-muñequín
el maletín y el violín...
Y así vuela don Crispín,
el muñeco, el muñequín,
su maletín, su violín,
y vuelan sin fin, sin fin.