domingo, 21 de mayo de 2017

"Abrapalabra", un poemario de Ángel González de la Aleja


Con el poemario infantil Abrapalabra, el escritor y dramaturgo Ángel González de la Aleja ganó el X Premio de Poesía infantil "Luna de Aire" 2012. El libro está editado en Cuenca, por el CEPLI, en 2013, e ilustrado por Julio Serrano.

Es un poemario de cierta estructura narrativa, pues aparece una mujer de las palabras que las va haciendo florecer en los poemas a raudales. Hay también evidente influencia de la poesía popular, rítmica, fácilmente cantable o recitable. Intensidad lírica y juego lingüístico son las características principales del libro, muy bien ilustrado por Serrano.


Poema 8 (fragmento)
(…)
“Palabras, busco palabras
en papel de servilletas,
en libros o en camisetas
o en los cuernos de las cabras.
Palabras que no se olvida,
palabras para soñar,
palabras que dan la vida.
Palabras de cortesía,
palabras de aquí y allá,
palabras que recordar,
palabras tuyas y mías”.

Poema 11 (fragmento)
(…)
Para cantar tengo la a,
para correr voy con la e,
para reír quiero la i,
para el sabor sueño una o.

¿Qué harías tú con una u?

Poema 22
¿Cuántos años tiene Andrés
si ha nacido como tú
pero dos años después?
¿Cuántos meses tiene un año?
¿Cuántas semanas un mes?
¿Cuántas horas tiene un día?
¿Cuánto es la mitad de cien?
¿Cuántos peces tiene un río?
¿Cuántas patas un ciempiés?
¿Cuántas letras caserío?
¿Cuántas palabras Inés?
¿Cuántos dibujos haré
para que sepa mi abuela
cuánto la llego a querer?
¿Cómo sonríen los peces?
¿Por qué no habla un bebé?
¿Por qué buscan los lagartos
el sol al atardecer?
¿Por qué hacen nidos los pájaros?
¿Por qué llora Betsabé?
¿Por qué hay tantas estrellas?
¿Por qué no estudia Miguel?
¿Por qué necesitan agua
los delfines y el ciprés?
¿Por qué no hay paz en el mundo?
¿Por qué soñamos? ¿Por qué?

Poema 23
Sueña el pájaro en su nido
con la flor del limonero
y los melocotoneros
cierran los ojos tranquilos.
La noche lama las parras,
mientras por el horizonte
huyen los lobos al monte
por un mundo sin palabras.

Poema 29
Pende la noche de un hilo,
como en su tela, una araña.
Bostezan en las ventanas
las luces de la mañana;
y en los jardines, los tilos.
Se vuelven verdes las ramas,
y la piel de las manzanas,
y las hojas del olivo.


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