Pues eso, sí, Las zanahorias. Las carlotas. ¿De dónde viene ese nombre tan raro? Porque los catalanes y valencianos las llaman carlotas. Los franceses, carottes. Y los ingleses, carrots. Pero los portugueses dicen cenorias, más parecido al español.
Principios básicos de filología: cuando el origen de las palabras en distintas lenguas es muy diferente, es que toman sus raíces de distintos étimos.
¿Qué pasa, entonces, con las zanahorias? Está claro que en la mayoría de lenguas europeas toman el nombre del étimo griego karoton, pues griegos y romanos ya conocían este vegetal. Para zanahoria, se han propuesto étimos árabes, griegos, incluso vascos. En algunas zonas de Cataluña, la llama pastanaga, del étimo latino pastinaga.
¡Qué cosas, oye!
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