Federico Carlos Sáinz de Robles (Madrid, 1899-1982), poeta y ensayista, en uno de sus "Poemillas", vuelve al mito del lobo feroz, uniéndolo al de la Bella y la Bestia:
Poemillas
A mi niña —¡tan bonita!—
la contempla con arrobo
el mismo terrible lobo
que asustó a Caperucita.
Y la contempla arrobado,
sintiéndose manso can,
porque ella le ha acariciado
y le ha dado de su pan.
Y, claro está, le ha hecho mella
—¡sentimental el muy bobo!—
que una chiquilla tan bella
no tenga miedo de un lobo.
La hazaña más inaudita
por fin ha tenido bis.
Ahora, mi niña bonita.
Antes, Francisco de Asís.
El poeta convierte al lobo en un manso can por contemplación de la Belleza y la Pureza de la niña (¿su hija?, ¿su nieta?). La alusión a Francisco de Asís tiene que ver con el conocido episodio del lobo de Gubbia, al que el santo convenció para que no fuera tan fiero.
En fin, una muestra de cómo los personajes literarios permanecen en el imaginario colectivo.
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