El a
jonjolí es una semilla rica en beneficios y propiedades cardiosaludables, gracias a su contenido en ácidos grasos esenciales. Es una
planta herbácea que pertenece a la familia de las
Pedaliáceas, la cual puede alcanzar un metro de altura. También se llama
alegria y se caracteriza por poseer unas flores llamativas, de colores blanco-rosáceos.
Con el nombre de
ajonjolí se conoce también a su
semilla, conocida también con el nombre de
sésamo (del latín,
sessamum), originario de la
India y
África, donde tiende a ser muy utilizada para espesar y dar sabor a una gran diversidad de platos.
Pero en LIJ, "
Ajonjolí" es el nombre de una
colección de poesía infantil que edita
Editorial Hiperión. Así que las dos palabras, ajonjolí y sésamo, están vinculadas a la literatura: la primera, por la colección que acabamos de citar y la segunda... Sí, lo habéis adivinado: por el cuento de
Las mil y una noches, el de "
Alí Babá y los cuarenta ladrones": ¡
Ábrete, Sésamo!
Por cierto, la
Editorial Hiperión nació en 1976 con la edición de la novela
Hiperión o el eremita de Grecia (1797-99), del poeta y narrador alemán
Friedrich Hölderlin (1770-1843). En la mitología clásica,
Hiperión es uno de los titanes nacidos de la unión de la Tierra, Gea, y Urano, el Cielo. Y hace un tiempo esa editorial es la que decidió crear la
colección Ajonjolí, de poesía para niños, que se ha convertido en todo un clásico de la LIJ.
El catálogo de
Ajonjolí tiene, a fecha de marzo 2016, 77 títulos. ¡Y los que vendrán! Si quieres verlos...
Algunos títulos destacados:
2. Antonio A. Gómez Yebra, Versos como niños.
4. Fernando Aramburu, El librillo.
6. José A. Ramírez Lozano, Pipirifauna.
8. Eugenio de Andrade, Aquella nube y otras. Trad. de Jesús Munárriz.
9. Juan Bonilla, Multiplícate por cero.
10. Carlos Murciano, Un ave azul que vino de las islas del sueño.
12. Carlos Reviejo, La canción del grillo.
19. Mª Carmen Díez Navarro, Caperucita Roja y los 40 ladrones.
20. Vladimir Mayakovski, ¿Qué está bien y qué está mal? Trad. Carmen Marín.
21. José Ángel Cilleruelo, El circo de Gustavo.
22. Ángela Figuera Aymerich, Cuentos tontos para niños listos.
23. Ángela Figuera Aymerich, Canciones para todo el año.
24. Jesús Munárriz, Disparatario.
29. Carlos Reviejo, El sapo y la luna.
33. Rosa Díaz, El abecedario de Julieta.
37. Carmen Gómez Ojea, La canción de los meses.
40. Regino Etxabe, Adivinancero.
41. Carlos Murciano, La bufanda amarilla.
José Ignacio Sanz, Piccasso me pica.
María José Jabato, Yo, mí, me, conmigo.
etc.
Terminamos esta entrada con un poema de Juan Rejano, miembro de la Generación del 27 que acabó, como tantos otros españoles, en el exilio mexicano. Es un poema que pide paz y... ajonjolí.
(La rueda significa aquí el corro infantil formado por niños que dan vueltas cogidos de las manos y cantando. Los niños son las víctimas inocentes de los niños. Por eso el poeta pide paz en su nombre. Pipirigayo, ajonjolí y miramelindo son tres clases de plantas que se citan aquí por su sonoridad, intensificada por la rima.)